Para ganar, hay que saber cómo, y para ello hay que aprender los mecanismos del triunfo. La estrategia consiste en esto. Veamos a continuación una estrategia clásica para los jugadores del póker.
Una estrategia es no jugar siempre de la misma manera. Esta estrategia se llama el farol. Nos ayuda a ser impredecibles dentro del pensamiento de nuestros oponentes. Así evitamos jugar siempre con los mismos movimientos y caer fácilmente en la mesa.
Un aspecto fundamental para tener en cuenta es que no siempre se puede usar el farol de la misma manera. Supongamos que nos encontramos en una mesa donde hay muchos jugadores, tanto experimentados como principiantes.
A los principiantes será fácil hacerlos caer en el farol, pero los que saben más podrán rápidamente intentar una especie de contra estrategia para neutralizar la nuestra.
En este caso lo que se debe hacer es esperar el momento más adecuado para poder actuar. Esto equivale a decir que se debe aguardar e ir hacia las mesas donde las personas puedan caer más rápidamente en nuestra estrategia.
Los jugadores tight son los mejores contra los que se puede hacer el farol, ya que por su forma cerrada de jugar no les será fácil adecuarse a un oponente cambiante, con movimientos distintos cada mano.
De esta manera, con el farol, hasta las manos que no son muy buenas se pueden sacar adelante para ganar en una mesa, ya sea porque el contrincante se retira, o también porque llega la carta que complete nuestra estrategia y nuestra mano para vencer al oponente.